Nos
tenemos que remontar a la Guerra del Peloponeso. Este conflicto
bélico entre Esparta y Atenas, en el S. V a.C., sirvió de
inspiración al dramaturgo griego Aristófanes, que escribió su
famosa Lisístrata.
Esta obra
relata un alzamiento de las mujeres, en medio de esta guerra, en el
que la propia Lisístrata (heroína de la comedia cuyo nombre
significa “la que disuelve ejércitos”) reúne a las mujeres de
ambos bandos, comprometiéndose a iniciar una huelga de tipo sexual
para que ninguna de ellas tenga relaciones sexuales con su esposo o
amante hasta que la guerra haya concluido. Aunque, al principio, la
idea no termina de convencerlas (Cleonice, una vecina suya afirma:
“...cualquier otra cosa que quieras. Incluso, si hace falta, estoy
dispuesta a andar por fuego. Eso antes que …, que no hay nada
comparable, Lisístrata, guapa.”), la asamblea de mujeres helenas
termina por aceptar las propuestas: abstinencia sexual y toma por
parte de las mujeres de la Acrópolis ateniense, lugar donde se
guardaba el tesoro de Atenas.
La
estrategia de Lisístrata consigue finalmente su objetivo y los
hombres, incapaces de aguantar la abstinencia, deciden firmar la paz.
El final celebra la felicidad alcanzada: hay una comida de
reconciliación entre atenienses y espartanos, se reconcilian también
hombres y mujeres y todo concluye entre danzas y cantos.
Juramento
inicial (fragmento)
Lisístrata:
Lampito, todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de
mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Cleónica:
No tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Lisístrata:
Aunque venga a mí en condiciones lamentables.
Cleónica:
Aunque venga a mí en condiciones lamentables. (¡Oh Lisístrata,
esto me está matando!)
Lisístrata:
Permaneceré intocable en mi casa.
Cleónica:
Permaneceré intocable en mi casa.
Lisístrata:
Con mi más sutil seda azafranada.
Cleónica:
Con mi más sutil seda azafranada.
Lisístrata:
Y haré que me desee.
Cleónica:
Y haré que me desee.
Lisístrata:
No me entregaré.
Cleónica:
No me entregaré.
Lisístrata:
Y si él me obliga.
Cleónica:
Y si él me obliga.
Lisístrata:
Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
Cleónica:
Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
(...)
Lisístrata: ¿Todas han jurado?
Mirrina:
Todas.
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